¡Disolver!




Por: Néstor Rubén Taype 

Piero Casillas estaba harto de mantenerse en ese puesto, ya no resistía y había jurado irse tan pronto como encontrase una salida. Todo esto se lo había contado a su amigo de niñez y quien lo acompañaba en sus campañas políticas, primero como líder sindical y ahora presidente. 

No le dio ningún cargo a fin de protegerlo y que sea más bien su lugar de refugio, una persona que lo escuche y lo aconseje sin presiones externas, con la sinceridad de amigo. - No te doy un cargo mi querido Nico, si te nombro ministro o asesor, te sacan en dos semanas, te prefiero libre sin ataduras sin compromisos apelando solo a tu lealtad y sinceramente te lo agradezco. Y como te imaginaras ahora me la paso pensando, pensando y pensando, como salir de este hoyo.


Abrumado por las continuas visitas de mucha gente que ni conocía, pero que eran recomendados de amigos y familiares que le pedían muchas cosas. El secretario era el filtro de todos los que llegaban, advirtió  que al presidente solo se le debía hablar de sus proyectos y pedidos, nada de “ofrecimientos”, - ese asunto lo ven con este pechito - había recalcado. 

Es allí cuando su amigo se solidarizó con él y le dio la razón. - Estas medio cagado, muchos de tus familiares están recibiendo dinero por compromisos que aun no se han dado, pero es una suerte de deuda. Algunos empresarios me hicieron llegar mensajes indicando que si todas las cosas salen como ellos planean, tu tienes tu buena “parte” y que te avisara que debes estar tranquilo -.

Nico era huidizo para esos mensajes, nunca les daba importancia y se retiraba rápidamente; de esa forma se mantuvo al margen sin meter las narices en esos asuntos.


Dos de la madrugada se citaron en un hotel de mala muerte por el centro de Lima, así no llamarían la atención. Ambos vestían  como mochileros e ingresaron tranquilamente al alicaído hotel sin estrellas. 


- Te cuento mi querido Piero que acabo de hacer un contacto con alguien que tu ni te imaginas.  Pero, mal que bien tiene una salida a tu drama.

- Pues dímelo amigo como ya sabes para mi esta situación es insoportable, y por consiguiente para la familia también.

- Mira compadre por una conexiones con gente metida en inteligencia, bueno específicamente con un par de ellos lograron hacerme contacto con nada mas ni nada menos que con Clodomiro Monteguido. Si, con el mismísimo.

- Me dejas super sorprendido, supuestamente no tiene contacto con el exterior pero, continua no te quiero cortar.


Nico, pausadamente le explicó el plan aconsejado por Clodomiro ex capo de inteligencia. Y  para dejarlo completamente seguro le consiguió una cita virtual con él unos días después, en la que le explicaría o repetiría todo lo que se le estaba contando.


- ¿No entiendo, eso me hará libre? - Preguntó Piero, muy angustiado.


Nico le aseguró que el “Quiebre de la institucionalidad” como lo recomendaba Don Clodomiro, era la única salida a sus devaneos y afanes políticos venidos a menos, en su pobre actuación como máxima autoridad. Le dijo que iba a leer un comunicado a la Nación y nada mas. 

Nadie va a saber lo que vas a hacer y vas a sorprender a propios y extraños. Le repetía constantemente que al no coordinar nada con ninguna institución del Estado, nadie le iba a obedecer. Seguramente, después del comunicado seria detenido y allí terminaría la historia. Pero, que a la larga, con un nuevo gobierno saldría libre como el viento. 


Su actuación siempre iba a ser cuestionada, pero, políticamente; el asunto no acarrearía realmente un delito como tal;  era como jugar con un vacío legal, que los abogados y jueces no se iban a poner de acuerdo por la naturaleza de esta acción casi sin sentido o estúpida si quieres.

Que esto era como si un empresario presidente del directorio de una gran empresa, haga un comunicado explicando que la compañía está en quiebra (por iniciativa propia) y que ordene a sus gerentes a cerrar la empresa. ¿Qué pasaría ? Que saldría el directorio a desautorizarlo y decir que lo que ha echo era una locura, un exabrupto grave y que obviamente lo destituirían y allí quedaría.

 

Piero Casillas aceptó jugárselas, el encierro  en una cómoda prision le daría ese toque mágico, esa aureola a su carrera política y luego reinventarse e inclusive lanzar nuevamente su candidatura ya con la experiencia vivida. 

El ex capo de Inteligencia le dijo con palabras firmes, en su entrevista virtual y guiñándoles el ojo, que su “martirio no pasaría de tres a cinco añitos” así se lo había manifestado con esa palabra  “añitos” quien aparte de ser un genio en inteligencia, también era un abogado.



* Cualquier parecido o semejanza con la realidad, es pura coincidencia.


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