¿Yo infiel? tu infiel, el infiel, nosotros…..


El Telo


Se escucharon tres delicados golpes en la puerta de la habitación como si no quisieran incomodar pero que indicaban el final de las dos horas de rigor, él se puso de pie se acercó y súbitamente sin abrir dijo gracias.
Luego caminó de vuelta hacia ella para despertarla con un beso y se sorprendió verla sollozando. Miró su reloj y calculó que todavía le quedaba tiempo suficiente para llegar a casa y no despertar las sospechas del caso.
¿Por qué lloras mi amor? - Preguntó a su amante de turno.
-No te he contado, pero el miserable de mi enamorado me está sacando la vuelta.
¿Cómo lo sabes?
-Hace dos días  le encontré una fotografía en su billetera – dijo mientras tomaba su cartera y retiraba la foto para mostrársela.
-Ves, mira lo que dice “para mi cachorrito con amor, siempre tuya, Tina”  fíjate la fecha, hace dos meses y yo estoy con él hace ocho.
Terminó la frase y nuevamente se echó a llorar. Él muy atento saco un pañuelo y trató de consolarla abrazándola y brindándole algunos besos en la frente y mejilla.
-Tranquila mi amor, tranquila, vístete que todo se va arreglar, total ¿lo vas a ver ahora, verdad?
-No, ya no, no me dejes en el cine, llévame a mi casa, lo voy a dejar plantado y cuando me llame, me va a escuchar, claro que me va a escuchar.




¿Taraditos?

¿Alo? Buenas noches
¿Alo, eres tu taradito?
-Pues claro que soy yo taradita desde la linda Italia, ¿sabes? recibí tus fotos, tus hijos están bellos y grandes.
-Oye escúchame, no tengo mucho tiempo, ayer me fui a tomar un café con la Miluzka, te acuerdas la gordita que trabajaba en servicio al cliente.
-Mas o menos, que pasó.
Conversando con ella me contó que te vio en una discoteca con la flaca Ruth bien acaramelados.
¿Cuándo?
-¡Octubre del 92!…. Espérate un segundo, ¡hijo por favor a jugar afuera que me haces una bulla del demonio!
-Tranquila mujer por que gritas.
-Son mis hijos que se ponen a jugar y no me dejan hablar contigo taradito.
-Bueno ¿de que flaca me hablas?
-¡Octubre del 92! tú estabas conmigo taradito ¿y? no sabes la cólera y rabia que me dio cuando me lo contó la Miluzka, yo nunca te fallé.
-Hey, taradita estamos en el 2010.
-No me importa, yo sabia que después de estar conmigo te ibas a tu casa con tu mujer pero nada más.
-Son muchos años mamita no me acuerdo.
-No te conviene y con lo mal que siempre me cayó esa flaca de porquería que no se que le viste.
-Yo llamándote para conversar como siempre y mira con lo que me sales, si te llamo es por que…..tu sabes.
-Bueno si alguna vez te vuelvo a ver la cara…. han pasado tantos años jajaja, te jalaré el pelo, si es que aún lo tienes, por tu travesura, idiota.
-Esta bien, perdóname, pero de verdad no me acuerdo.
-Bueno, bueno voy y saliendo te dejo taradito, llámame cuando quieras voy a recoger a mi hija de la academia, pero el perdón queda pendiente ¿Ok? bye, bye.
-Ok taradita hasta la próxima y sin más reclamos pasados por favor.




¡Cámaras, Acción!


Ni en sus peores pesadillas imaginó una escena como la que iba a pasar, se miró al espejo y dijo que volvería a mirarse a su regreso para ver cuántos años envejecería. En una hora más estaría frente a las cámaras de televisión a enfrentar una de sus inimaginables batallas y en la que no sabía realmente como quedaría después de tanto bombardeo. Él, director de un diario, acostumbrado a dar las órdenes y hacer las preguntas, estaría ahora a merced de un interlocutor que seguramente tendría las intenciones de derrumbarlo.
- Hoy en nuestro programa estamos con el protagonista de este mayúsculo escándalo que ha desatado tanta polémica – dijo la conductora.
El tiempo para él parecía detenido, preguntas respuestas y  más  preguntas era una cosa de nunca acabar.
- Bueno, para terminar dice usted que demandará a quienes hayan propalado ese video y además a quien lo proporcionó.
- Así es.
- Sabe que la persona que dio a la prensa los videos es precisamente el esposo de la mujer con la que usted aparece en escenas comprometedoras. El esposo es dueño del edificio al que usted asistía.
- Pues si él mismo, pero ha invadido mi privacidad.
- Invadió la intimidad de usted con la esposa de él.
- Si, pero no tenia porque publicarlo a la prensa, además eso ya lo sabía mi esposa.
- ¿Ella ya lo perdonó?
- Por supuesto ella es una mujer muy inteligente.
- Que suerte la suya ¿y no llegaron más allá de los besos y caricias que muestra el video?
- Pero por supuesto que no, yo soy un padre ejemplar.

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