A Propósito de Luis Pardo



Por: Néstor Rubén Taype


Mientras leía el comentario de la periodista peruana Linda Morales Caballero sobre el libro “Luis Bandolero Luis” de Walter Ventosilla http://www.tribes.org/web/2008/08/20/rescatando-a-un-anti-h(eroe-por-linda-morales-caballero/) recordaba episodios que mi madre me había contado sobre este personaje en repetidas ocasiones cuando yo era muy pequeño.

Gracias a esa comunicación oral que recibió de sus familiares ella seguía la costumbre de contar y contar cuanto ella recordaba de niña y todo lo escuchado y lo hablado por sus tíos, tías y abuelos.

Mi madre quechua-hablante dice que aprendió a escondidas de su madre quien le prohibía terminantemente hablar el quechua porque según le decía esta lengua estropearía su pronunciación del español
- Hijo -  me decía- Luis Pardo fue un famoso bandolero que era muy temido en aquellos años y era un ladrón “bueno” que robaba a los ricos para darle a los pobres. Yo imaginaba a este héroe vestido de cowboy quizás a los Gene Autry o el Llanero Solitario y seguía embelesado escuchando a mi madre.
- Para ir a Lima – decía mi madre - se viajaba primero en burro o caballo desde Chiquian hasta una zona asfaltada y se cruzaba un lugar llamado mediomundo que era muy desolado y como tal era alberge de muchos asaltantes que robaban a los viajeros, siendo uno de ellos el famoso Luis Pardo.  Yo seguía imaginando las montañas y desiertos de algún lugar de California como en las películas del oeste y continuaba escuchando.
- Una vez entró un tipo a un restaurante y pidió que le sirvieran una copita de pisco, se sentó en la barra justamente al lado de Luis Pardo que también estaba bebiendo solo y le dijo ¿sabes quién soy yo? pues nada menos que Luis Pardo - Entonces hijo – ella continuaba - el verdadero Luis Pardo se puso de pie y allí mismo le disparó al farsante.
Yo nuevamente imaginaba a John Wayne o Robert Mitchum disparando contra el villano de turno en las películas de los cincuentas.
- Así pues papito contaba mi abuelo que Luis Pardo llegaba borracho a la casa buscando a la tía Diega de quien se había enamorado; porque él veía una mujer que le gustaba y se la llevaba sin importarle que fuera casada o no.
Yo veía a Kirk Douglas llevándose a caballo a Jean Simons o a Maureen O’hara trepando las montañas de Nuevo México.
- Así fue que se la llegó a robar una noche y no la regresó hasta después de una semana, y como era de esperarse  ella quedó embarazada y tuvo una niña a la que llamó Veneranda Pardo. Él tenía muchas mujeres e hijos por todo el pueblo.
 A los diecisiete años llegué a conocer Chiquian la tierra de mi madre, tal como lo hicieron  también mis hermanos. Allí me mostró la chacra que ella tenía  prestada a la tía Jesusa, y de paso preguntarnos si  estabamos interesado en trabajarla.
- Mira hijo a este bandolero querían capturarlo y traerlo a Lima, entonces el gobierno envío una tropa a cargo de un jefe policial llamado Toromazote (el nombre me pareció inolvidable) y por traición de su hermano lo atraparon, por eso a su hermano lo llamaron “Juan Caín”. Antes de caer muerto se despachó al otro mundo a ese Toromazote y luego una andanada de balas de la tropa acabaron con su vida .
 Aquí ya no me imagine nada por que pude ver en una vieja revista la foto de Luis Pardo y el jefe Toromazote tirados en el piso rodeado de la tropa que lo capturó.
- Hijo hazme recordar que esta encomienda es para entregarle a la tía Veneranda me dijo mi madre - cosa que hice en su momento - ellas hablaron y al preguntarle a mamá  me contestó que la encomienda era un encargo de mi tío Guillermo, que era su hijo.
A la tía Veneranda la conocí  ya muy anciana pero pude darle un beso y ver aun entre sus arrugas y cabellos canos sus lindos ojos verdes; no pude conversar con ella como me hubiera gustado porque solo hablaba quechua.
 Llegando a Lima fuimos a dejarle cartas al tío Guillermo, quien es viejo vecino de San Juan de Miraflores y a quien yo ya conocía de tiempo.
 Tío – le pregunté – ¿Así que usted es nieto de Luis Pardo el famoso bandolero?
- Solo sonrió y me dijo – yo solo soy Guillermo Alvarado, sobrino –
Nunca, en realidad nunca vi que le diera la más mínima importancia ni que hiciera el más breve comentario al respecto.
Fui a Chiquian llevado por mi madre para conocer también una de las fiestas más tradicionales de este pueblo, la fiesta de Santa Rosa, patrona de la ciudad que se celebra cada 30 de Agosto.
Pude ver las corridas de toros, el desfile de bailarines, las pallas y también danzar alrededor de la plaza de armas en las famosas huaylishadas, saber también de la numerosa familia de mi madre y como no enamorarme de una de las numerosas primas que recién conocía.
 Ninguno de mis hermanos ni yo  aceptamos siquiera ir de vez en cuando a ver la chacra de mami, quien inmediatamente después de nuestra negativa traspasó su propiedad a la tía Jesusa a cambio de dos frazadas y un par de ponchos.
 Estos fueron los recuerdos que se me vinieron de pronto y contados por mi madre, a propósito del libro sobre Luis Pardo escrito por Walter Ventocilla.

Faucett reservaciones buenos dias....




Rebeca y sus hijos, chibolitos 
     Por: Néstor Rubén Taype   
 Una mañana de 1973 me levanté casi a la fuerza de mi cómoda cama, ya tenía previsto el compromiso con mi padre de ir a presentarme a la compañía Faucett. En aquella época esta empresa permitía, sin ningún problema recibir a familiares, inclusive dándoles mayor prioridad sobre otros. Era un siete de mayo y ese mismo día luego de la entrevista con el Jefe de Relaciones Industriales (así se llamaba lo que ahora es Recursos Humanos) comencé a trabajar a los diecisiete años como mensajero, dentro de las instalaciones de lo que en ese entonces era una de las más grandes y prestigiosas aerolíneas de Sudamérica.
En la puerta de Faucett
Las imágenes que vienen a mi mente de aquella fecha son de la prosperidad con la que se convivía y respiraba. Pasado un año llegué a ocupar un puesto como agente de reservaciones en la Plaza San Martín, en el viejo Hotel Bolívar, lugar donde se encontraba la oficina de Pasajes y Reservaciones de Faucett. Un día lunes del mes de Octubre de 1974 salí de casa y tomé mi bus Lima-Callao al frente de la fábrica D’Onofrio, en la avenida Venezuela y me bajé en la esquina de la Colmena y Wilson, justo al frente del cine La Colmena. A un costado siguiendo la avenida Tacna estaba el Hotel Crillón en todo su apogeo bajo la administración del señor Colmenares, un tipo muy servicial y con una voz grave y particular, a lo Guido Lombardi. Pero mi ruta era por la Colmena y ya dando los primeros pasos uno divisaba el restaurante “Chalet Suizo” muy asistido por los ejecutivos de esta avenida y también por muchos turistas.
En el camino habían varias aerolíneas y agencias de viajes con gente muy joven y podría citar a Varig con Isaac Flor, Ecuatoriana de aviación con Vanny Cruz que luego pasaría a Faucett; Puno Cuzco Tours de las Hermanas Marquina, Club Sorteo Aéreo con una adolescente haciendo sus pininos llamada María del Carmen Dammert. Viamérica tours con mis grandes amigas Carmen Rodríguez, Nancy Alvarado, Elizabeth Gallegos y Lucy Neira. Turismo Pacifico, una agencia de peso y escuela de muchísimos agentes de viajes administrado por los esposos Quiñones, teniendo a Chabuca a la cabeza. Podemos mencionar otras agencias como Turaimar y su encantadora counter Malena. Coltur, Universal Travel y Chávez Brothers quienes eran los reyes de los paquetes turísticos para los mundiales de fútbol. Había también otras agencias alrededor de la Plaza y puedo recordar nombres como Luz de Dasatour y posteriormente Ana Maria, Flor de Exprinter, Víctor Tamashiro de Kinjyo, Chela de Panorama Viajes, a quien nunca pude conocer personalmente, a pesar que hablamos por teléfono tantísimos años.
Mi amiga Rosita Rosas de Turismo Pacifico, encargada de turismo receptivo. A don Luchito Ramos de National Tours ya de muy avanza edad, pionero de los charter de semana santa en Ayacucho, quien a pesar de su ceguera, no le impedía seguir trabajando. Muchas agencias se me escapan de la memoria, pero debemos citar que en aquel tiempo había dos que ya marcaban distancias como las más importantes y eran Lima Tours y Receptour, que por sus características son historia aparte. Sin embargo podría mencionar a Jorge Nunton (finado) El “Pollo” Arrarte y El “Papi” Heinrich como personajes de Lima Tours de esa época. Susie Shain conocida como “Barbra Streisand” y Marta Llosa en Receptour. Así llegue finalmente a la oficina de Faucett con mi memorándum de traslado firmado por don Carlos Galloso Colan y me quedé parado frente al Gran Hotel Bolívar que estaba en todo su esplendor. Vi el letrero de la compañía en la puerta de vidrio e ingresé algo nervioso, pregunté por el señor José Castellanos y la señorita de informes que tenía unos grandes y hermosos ojos negros llamada Ana María, me respondió que subiera al segundo piso. Dando los primeros pasos para subir por las escaleras escuché desde los mostradores de atención al público una voz llamando: - Ana Perla venga a mi oficina! – yo algo curioso 
volteé  para ver quién era y pude ver la figura de la que sería nuestra jefa por muchísimos años: Rebeca Menacho Puelles, en esa época jefa de la oficina de pasajes.


Aun recuerdo algunos nombres de nuestro counter de pasajes de ese tiempo, Pamela León, Tita Bahamonde, Charo Ordóñez de la Piedra, nuestra queridísima amiga Jenny Timerman de Challe, Alicia Balbuena, Rosario Beluxe, Angélica “Queca” Espinoza, Tula Lujan, Ana Perla, Consuelo Martínez, Iris Olivera, con dos jovencitas que hacían de cajeras, Haydee Neira e Isabel “Chabuca” Espino. Subí las escaleras finalmente y en el segundo piso estaba la oficina de don Pepe Castellanos quien nos recibió amablemente y nos presentó al supervisor de turno Orlando Grados. Primeramente debería recibir un pequeño training que estuvo a cargo de una agente de reserva, una jovencita llamada Normita Avalos, entrañable amiga con quien aún mantengo comunicación.

La frase que debería aprenderme y que me acompañaría por años era el saludo de presentación - Faucett buenos días o tardes, acompañado de un - ¿en qué puedo atenderlo? Todavía recuerdo los nombres de las chicas de reservaciones de esa fecha como Pilar Burga-Cisneros, Ana Maria “Bolly” Villa, Cecilia la Rosa Monge, Nancy Falconí, las hermanas Larraburre, Rosa “Rochi” Castañeda, la encantadora y bellisima Julia Maria de la Puente Gonzáles del Riego. Liliana “Mumy” Martínez, Waldina “Ketty” Díaz, Ivy Goytizolo, Iliana Gerkens, Elizabeth Celada; las señoras jóvenes como Martita Quino, Gladys Sánchez, Nora Loyola, Nelly Alfaro, Rosita Tenorio, Violeta Pedraza y Josefina Vargas entre otras. De los varones que encontré en aquel entonces a Miguel Melofiro, Gerardo Flores, Daniel Lynch, Ernesto Burga y Víctor Mamani. De mi generación solo estaba Osquítar Serrano, sobrino del Pato Herrera, con quien nos conocimos en esa época y nuestra amistad continua aun en estas lejanas tierras del tío Sam. Al siguiente año 1975 comenzaron a llegar nuevo personal y nos juntamos una generación de muchachos y chicas que estábamos en los 18,19 y 20 años que disfrutamos nuestro paso por Faucett y de las que consideramos hasta ahora, como uno de los mejores momentos de nuestras vidas.
No solamente para mí fue la convivencia con las aerolíneas sino tambien con los agentes de viajes de quienes tengo gratos recuerdos y tuve amigos y amigas que todavía veo sus nombres y fotografías de algunos de ellos en revistas de Turismo, batallando en ese negocio que adoran. Respecto a la muchachada de Faucett pues increíblemente nos seguimos viendo, hay un gran número de ellos viviendo en EEUU y cada Septiembre nos juntamos en el Estado de Nueva Jersey para recordar las travesuras de jóvenes. Casi todos venimos con nuestras parejas, muchos se casaron con gente de la misma empresa y otros como es mi caso con una agente de viajes. Hablamos de nuestras primeras “trancas” las memorables fiestas y paseos a Huachipa en la casa de Ketty, de nuestras visitas a las chicas de las agencias de viajes a sacar “plan” De cómo dormíamos en la casa más cercana cuando nos daba el toque de queda, de los campeonatos de fulbito y nuestra eterna rivalidad con el área de Contabilidad y porque demonios nunca campeonamos a pesar del excelente y joven cuadro que teníamos.
También de las cincuenta veces que fuimos al cine a ver “Saturday Night Fever”, de los viajes que nos dábamos gracias a los descuentos por trabajar en aerolínea, contar las anécdotas vividas y los mismos chistes una y mil veces y reírnos también una y mil veces.
Hacer bromas respecto a nuestra edad ; luego la despedida como una ceremonia ritual cada año, regresar a nuestras actividades diarias, despedirnos entre alegría y nostalgia si nos veremos el próximo año. De joven escuchaba una frase que me parecía totalmente cursi – Recordar es volver a vivir - y ahora, nada mas cierto.

Bueno ahora regreso a mi consola a seguir respondiendo las llamadas antes que la señorita Rebeca venga ……. a ver esta:  "Faucett buenas tardes Rubén Taype contesta"

A GOZAR SABROSO - MIKI GONZALES



Por: Néstor Rubén Taype

La Danza de Don Amador

Esta bailando Ballumbrosio
Levantando el polvo
La tierra mía.


Esta bailando Ballumbrosio
le baila a la pobreza,
sombría.


Esta bailando Ballumbrosio
y le baila al Perú,
la patria mía.

Esta bailando Ballumbrosio
su baile negro,
melancolía.


Esta bailando Ballumbrosio
al otro extremo del mundo,
lejanía.

Esta bailando ballumbrosio
levanta la tierra
muerde el polvo,
sus pies de los siglos
vuelan,
algodón, caña, sol, terruño,
arena.

Danza Negro de sonrisa buena
aleja la pena
al son del violín,
que al verse ajena,
le llegara su fin.

Danza negro de sonrisa buena
que tu alegría no sea roció
sino que llueva,
que llueva
que llueva
.

“LA BODA DE CHARITO”



. . . . . . . . . . . . . . . . . Techy, Kathy, Susan y Charito


Tengo aún el recuerdo de las cuatro niñas muy pequeñas que jugaban con mi hijo cada vez que íbamos de visita a la casa vieja de Barranco donde vivían los abuelos.
Ellas son hijas de la hermana de mi esposa y se llevan apenas un año o dos de diferencia entre una y otra. Nunca olvidare lo voluntad y esmero que siempre tenían con mi hijo, esas ganas de hacerlo jugar y entretener divertirse a esa edad en la que todo es fantasía. Ellas nunca imponían el juego y la pregunta siempre era: ¿Qué quieres jugar primo? Entonces podía ser las escondidas, los carritos, los soldaditos, mata gente o el mismo fulbito y luego… ¡ Gol del primo! y celebraban a mas no poder con esas sonrisas inocentes, sentidas, estentóreas como si fuera una tremenda fiesta, esa imagen nunca la voy a olvidar.
Las niñas crecieron al lado de mamá, papá tuvo que partir al país de las maravillas en busca del sueño americano cuando ellas eran muy pequeñas y donde actualmente es residente. También crecieron a la sombra de la familia, de los abuelos Eduardo y Rosa, de la tía Maria del tío Raúl, aunque mas llamado “chino” Raúl; ellos fueron esos brazos invisibles que siempre estuvieron allí, cubriendo las ausencias, compartiendo dolores y alegrías. El esfuerzo de su madre ha sido inagotable y ahora de las cuatro niñas hay dos casadas que ya han hecho abuela a doña Martha, una está aún soltera que es la menor y la segunda esta próxima a casarse.
Charito es la segunda de las hermanas y Charito se enamoró conoció a un joven americano por Internet, según nos cuentan las tías, luego de tratarse y conocerse al parecer lo suficiente, esta historia de amor culminará en un feliz matrimonio que se celebrará el próximo 26 de Abril en la Iglesia de los Padres Oblatos en la ciudad de Barranco. Se casará en el barrio que ella creció cerca de sus amigos de niñez, cerca de la numerosa familia, porque vaya que es grande la familia. En su boda estará mucha gente seguramente, pero también estarán de fiesta el Parque Butters, la Avenida Lima, Tiravanti, las playas de Barranco, el Gálvez Chipoco a donde tantas veces fue su lugar de recreo, el Santa Rosa que fue casi el colegio de la familia. Además de todas las calles por las que Charito corrió y recorrió de la mano de sus hermanas, de las “Amazonas” como las llamaron alguna vez.
Estamos seguros que tendrás un lindo matrimonio, una linda boda con toda la gente que te quiere, nosotros desde aquí con tu tía y tus primos te deseamos lo mejor en tu nueva vida de casada. Pronto vendrás a este país y aun cuando estemos algo lejos del lugar donde vivas, tu tía ya te esta esperando cerca al teléfono a la espera de tu llamada.
Al novio, la bienvenida respectiva se la dará mamá Martha, nosotros solo le diremos congratulation y muchas felicidades.

Las Delicias de Villa

Por: Néstor Rubén Taype

De pronto abrí los ojos y todo estaba oscuro, poco a poco comencé a percibir algunas figuras, vi el techo y a través de éste podía ver el cielo, me di vuelta y noté que mi madre tenia su mano sobre mí y al sentirme ella preguntó que me pasaba. No entendía aún que hacia allí, mi madre a mi lado y en ese cuarto; luego pude ver con más claridad pues ya amanecía: estaba hecho de caña, un material que después sabría que lo llamaban estera.
- Mamá tengo frió - le respondí
- Ven hijo - me dijo- acurrúcate a mi lado.
Así lo hice y nuevamente me quedé dormido al calor de mamá, no se que hora seria cuando desperté, me quedé sentado no era una cama formal, era un colchón de paja que estaba en el suelo y yo encima de este, en ese momento no estaba mamá.
A mi alrededor había una maleta negra, un banquito de madera sin espaldar, también bolsas de plástico. Salí, me quedé parado en la puerta y vi un mar de arena mucha arena como en la playa pensaba, pero no era la playa. Al frente seguramente algo lejos, un tremendo cerro al que llamaban la Estrella. Di algunos pasos y pude ver muchas casitas como en la que yo estaba, todas igualitas, mamá apareció, venia de la casa vecina caminaba despacio, con dificultad, la arena no deja que uno camine rápido.
- Hijito vamos a casa de la señora Rosa- vamos a desayunar, ellos tienen una cocinita, ven vamos.
- Como dormiste Rubencito- dijo la señora Rosa una mujer joven- ven siéntate aquí vas a tomar tu quacker con tu pancito.
- Vaya con el muchacho si todavía esta dormido- repuso Don Emilio, esposo de la señora, un tipo que andaba siempre de buen carácter, reilón él.
- Usted mamita, acomódese aquí - le dijeron.
Ellos fueron nuestros mejores vecinos durante los cinco años que vivimos en aquel lugar.
- Mamá - pregunté- por que hemos venido a vivir aquí, no hay agua ni luz como en nuestra otra casa , ella me miró , si te digo las razones no me vas a entender, por ahora hijo solo te ruego que estés a mi lado, quiso decir algo más pero se le quebró la voz.
- A los años supe que papá tuvo una aventura del cual resultó el nacimiento de un bebé, la madre de éste le hizo juicio por alimentos y retuvo por orden del juez su sueldo, a casa no llegaba la plata, mamá molesta y muy desengañada decidió irse y comenzar una nueva vida con sus hijos.
Yo tendría unos cinco años en ese entonces y como no iba a la escuela aún mamá se vino conmigo, a los meses comenzaron a llegar mis hermanos, no sin antes haber hecho lo imposible por quedarse. Ellos no aceptaban el cambio de una ciudad con todas las comodidades a vivir en un arenal, asi sea un terreno de mil metros cuadrados, como era el nuestro.
Luego vendría papá, al principio solo de visita, no se quedaba, hablaba con mamá y a mi me decían que salga, no podía escuchar nada, pero a veces oía de lejos que mamá levantaba la voz y terminaba llorando.
Un día vi un burrito atado al lado de la casa, mamá me dijo que lo había comprado, con el íbamos a la hacienda Villa que estaba abajo al lado de la carretera y se le conocía como la Hacienda Venturo, supongo que era el nombre de los propietarios; bajábamos a cortar hierba, mamá hacia varios atados y lo vendía en el barrio, la hierba lo compraba la gente que criaba conejos, cuyes, ovejas. También llevaba unas latas rectangulares que las llenaba de agua y vendía, yo la acompañaba. Poco a poco la casa fue llenándose de algunas comodidades, como una mesa y sillas para el comedor, una cocinita y camas-camarote para nosotros.
Un buen día llegó papá para quedarse con nosotros, pero mamá le demostró que ella sola podía abrirse paso sin su ayuda y en situaciones muy adversas. Lógicamente después de este desliz de papá, la vida de mamá no fue igual, siempre quedo marcada por esa desventura, para nosotros papá fue siempre un tipo muy trabajador y creo que en ese sentido cumplió y a pesar de sus errores como pareja, nunca dejamos de quererlo.

Nosotros los jóvenes, remembranzas de Segundo.

Segundo León  (derecha) Rubén Taype (Izq.)

Por: Néstor Rubén Taype

Segundo era un jovencito recién salido de la adolescencia cuando llegó a nuestra oficina del Hotel Bolívar en la Plaza San Martín en el año 1974. Como coincidencia llegaba a nuestra promoción de muchachos que casi teníamos la misma edad ya que oscilábamos entre los dieciocho, diecinueve y veinte años.
Después de unas semanas como era la tradición, respetada regla impuesta por nuestro querido Jefe José Castellanos, a quien lo llamábamos cariñosamente “Papa Lolo” Segundito fue “bautizado”. Este 
término obviamente  era simbólico y consistía en una comilona de todo el grupo, seguida de una bravísima “tranca” que debíamos de cumplir hasta el final; retirarse antes era tomado como una “ofensa” al Jefe.
Acoplado al grupo de la época nuestra diversión eran las fiestas que nunca faltaban, hoy en la casa de fulano, mañana en la de mengano, el cóctel en una agencia de viajes o los viernes en algún bar de la Lima de los setentas.
A pesar que no era de los “locos” como éramos muchos de nosotros Segundito no se rezagaba y pasaba estoico las bohemias nuestras. Su buen vestir, característica que nunca perdió, contrastaba con lo desordenado que éramos. El cuidaba siempre que las cosas vayan acorde con el buen gusto, es decir el color la camisa debía matizar con el pantalón y los zapatos, oh…. y el infaltable perfume.
A las reuniones algo formales asistía si no con una corbata obligada, con una adecuada bufanda al cuello que ya pintaba bien con el saco sport.
Luego de alguna mala noche siempre estaba puntual en la oficina impecablemente vestido, mientras que nosotros llegábamos haciendo un desfile interminable unos tras otros, con media y una hora de retrazo.
Lo mirábamos y el sonreía con una mueca, estaba aun movido con toda la “resaca” como todos los que estuvimos la noche anterior, pero llegaba primero en hora, tenia un sentido de responsabilidad envidiable.
Viajamos mucho dentro del país y tenemos muchas fotos y recuerdos de nuestros tours especialmente al Cusco e Iquitos.
Como la vida no solo es pura diversión en los inicios del ochenta nuestra vida cotidiana en la oficina comenzó a cambiar, llegaron la etapa de los cambios con la llegada de la informática: computadoras, sistemas de reservaciones automáticas y empezar a dejar los viejos cuadernos y tarjetas que utilizábamos. Además Faucett ya estaba en camino a conseguir los permisos para inaugurar sus vuelos a la ciudad de Miami.
Como en toda renovación el cambio era inevitable y hubo un choque si se quiere llamarlo generacional, que iba con el progreso sostenido en la que se había propuesto la empresa. Entonces se  contrató a un nuevo Jefe de Reservaciones o de la División de Reservaciones, se trataba de un ejecutivo que trabajaba en la antigua aerolínea Americana Braniff llamado Vladimir Artieda.
Los cambios comenzaron a darse y entramos a una nueva etapa que de alguna manera comenzó a cambiar nuestras vidas. Aumentaron las responsabilidades y las “juergas” y “parrandas” de antes ya no eran las mismas.



Reservaciones - aeropuerto en los 90's
Luego de unos años Vladimir decidió dejar Faucett para irse a una nueva empresa refundando una Academia de Turismo de nombre Columbia y dedicarse exclusivamente a esta. Pero antes había estado preparando a Segundo teniéndolo como una suerte de asistente, recibiendo la instrucción necesaria y suficiente para continuar con este cambio al que la compañía había ingresado manteniéndose a la vanguardia que la modernidad exigía.
Ya en esos años Segundito un ex participante de la A.F.S. (American Field Service) había hecho su quinto año de secundaria (High School) en los EEUU y tenia un inglés excelente, motivo por el cual también paralelamente a sus funciones en CF se desempeñaba como profesor del Instituto Peruano Británico.  
Era la década del ochenta en la que Faucett ingresa al mundo de la modernidad en las comunicaciones interlineales, dejando atrás los teletipos y los mensajes escritos, las tarjetas y cuadernos donde se apuntaban los nombres de los pasajeros. Se migra a la informática, a los modernos Sistemas de Reservaciones Mundiales escogiendo el sistema denominado Gabriel. Aquí juega Segundo un papel preponderante pues es el gestor y director de todo este programa, una gran responsabilidad para un jovencito que anualmente tenia una cantidad increíble de viajes al exterior para recibir capacitación de los “up grade” del sistema que usábamos. Con los años CF-Reservas dejo Gabriel y paso por otros sistemas como Zabre, Amadeus, para finalmente tener su propio sistema creado por la Gerencia de Informática, pero, básicamente dirigido y alimentado por la información proporcionada por Segundo, dada su extraordinaria experiencia en este tema. En aquel entonces la Gerencia comercial tuvo la suerte de contar con estos mandos técnicos que jugaron un papel muy importante en el fortalecimiento de las ventas y la comercialización de Reservas y Pasajes. Segundo León, el muchacho maravilla, fue uno de esos artífices de los éxitos de la Gerencia Comercial, como también lo fueron en otras áreas de la misma Gerencia, Gabriela Negron, Giuliana Espejo, Yolanda Guzmán, por citar algunos nombres entre otros.

En mi casa, NJ, junto a Osquitar 2006

Como la mayoría de nuestra “Promo” Segundito también se casó en los ochenta con Gladisita Andonayre, con quien tiene dos hijos; actualmente se mantiene en el sector aerocomercial como ejecutivo.
Fue una agradable experiencia haber compartido tantos años de amistad y trabajo con un compañero como él y haber aprendido mucho a su lado; ahora a pesar de la distancia y con el tiempo que nos permite nuestras ocupaciones, tratamos de mantenernos en contacto. En febrero del 2006 pude verlo nuevamente después de más de un lustro en su visita que hizo con su familia al Estado de Nueva Jersey, fue una grata sorpresa y un placer abrazar al entrañable amigo de siempre.

José Chomba y la Maratón de Nueva York



Recuerdo haber visto a José alguna vez vestido de corto listo para correr la Maratón de Faucett en la que participaban los mejores deportistas seguidores de esta disciplina.
El conjuntamente con otros compañeros como Enrique Medina, Orlando Salcedo, Máximo Paredes y Damián Arroyo, entre otros, eran leales e infaltables participantes de esta lid.
Y aunque esta competencia se terminó con el cierre de Faucett, auspiciador de la misma, el entusiasmo de algunos compañeros no termino allí. Como hemos mencionado en otras oportunidades el fin de CF marco también la parte final de una migración casi uniforme que se daba cada año. Produciéndose quizás la migración final creando una suerte de colonias naranjas en diferentes lugares, pero básicamente con mayor afluencia en los Estados Unidos.
Nueva York es uno de esos lugares con mucha de nuestra gente, como también lo hay en Miami, Nueva Jersey, Houston y San Francisco por citar algunas de ellas.
Como muchos ya tienen conocimiento aquí en Nueva Jersey cada tercer sábado del mes de Septiembre, tenemos nuestra fiesta de confraternidad, la misma que venimos celebrando desde el 2002. Es aquí donde nos reencontramos con nuestro compañero José Chomba a quien Habíamos visto con agradable sorpresa su nombre en una publicación de Peru.com sobre la participación de unos ochenta peruanos en la famosa Maratón de Nueva York del 2006.


Pues fiel a su disciplina, amor al deporte y el mantenerse en forma; nuestro querido compañero José Luis Chomba ha participado en esta durísima y multitudinaria competencia llegando a la meta con un tiempo de 4 horas 14 minutos y 54 segundos, ubicandose en el puesto 32, dentro de los participantes peruanos.
José es de mi generación que ya hemos llegado a los cincuenta y otros que ya lo hemos pasado, le preguntamos como logro participar en este difícil deporte. El nos indico que debió pasar un exigente examen físico que lo calificaba para esta competencia, además de tener que cumplir con un tiempo mínimo exigido para su participación.
Felicitaciones a nuestro compañero que representa a los peruanos en esta competencia y orgullosos también que sea de los nuestros, de la familia naranja.

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