FRENTE AL RIACHUELO DE MI NIÑEZ EN COCHAHUASI-CAÑETE



…Del poeta Héctor Rosas Padilla

Todavía canturrea el riachuelo
que como gruesa lágrima de la pobre gente de mi caserío
corre por estos campos pintados de verde
Todavía corre el riachuelo
en cuyas aguas jamás se mojaron Jorge Manrique ni Heráclito
pero yo sí
y todos los que nacieron en mi época
cuando la niñez no era más que júbilo
y el júbilo estas aguas limpias
como nuestras miradas de entonces
Aquí niños y niñas éramos pececillos / patos holgando
bajo el sol muerto de risa
que chamuscaba nuestros bellos púbicos
Aquí los calzones o las hojas de parra
eran casi siempre un estorbo
Todavía corre el riachuelo que nos dejó su frescura
en la piel como los besos de las brisas marinas
En sus orillas todavía se hinchan caballos y jumentos
con la hierba que nunca será mala (para deshojar los días sobre ella)
y muy cerca de su único puente se alza la capilla
a la que jamás necesitamos entrar para golpearnos el pecho
Todavía corre el riachuelo
como entonces
cuando la vida era quebrar sus aguas
con nuestros menudos cuerpos o mojar los alaridos de las niñas
Pero ¿Dónde están las niñas apenas vestidas con un fustán
y la esplendorosa luz del día
que dejaban a nuestros ojos sus nacientes encantos?
¿Dónde los niños que fuimos e hicimos de este paraíso transparente
el centro de nuestro universo?
Quiero verlos ahora / escuchar sus voces delgadas como los juncos
Quiero sentir los pálpitos
de su presencia
para no pensar sobre esta hierba que nuestra infancia sólo fue un sueño
el espejismo de un riachuelo
que se bebió nuestra pequeña edad

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