Nosotros los jóvenes, remembranzas de Segundo.

Segundo León  (derecha) Rubén Taype (Izq.)

Por: Néstor Rubén Taype

Segundo era un jovencito recién salido de la adolescencia cuando llegó a nuestra oficina del Hotel Bolívar en la Plaza San Martín en el año 1974. Como coincidencia llegaba a nuestra promoción de muchachos que casi teníamos la misma edad ya que oscilábamos entre los dieciocho, diecinueve y veinte años.
Después de unas semanas como era la tradición, respetada regla impuesta por nuestro querido Jefe José Castellanos, a quien lo llamábamos cariñosamente “Papa Lolo” Segundito fue “bautizado”. Este 
término obviamente  era simbólico y consistía en una comilona de todo el grupo, seguida de una bravísima “tranca” que debíamos de cumplir hasta el final; retirarse antes era tomado como una “ofensa” al Jefe.
Acoplado al grupo de la época nuestra diversión eran las fiestas que nunca faltaban, hoy en la casa de fulano, mañana en la de mengano, el cóctel en una agencia de viajes o los viernes en algún bar de la Lima de los setentas.
A pesar que no era de los “locos” como éramos muchos de nosotros Segundito no se rezagaba y pasaba estoico las bohemias nuestras. Su buen vestir, característica que nunca perdió, contrastaba con lo desordenado que éramos. El cuidaba siempre que las cosas vayan acorde con el buen gusto, es decir el color la camisa debía matizar con el pantalón y los zapatos, oh…. y el infaltable perfume.
A las reuniones algo formales asistía si no con una corbata obligada, con una adecuada bufanda al cuello que ya pintaba bien con el saco sport.
Luego de alguna mala noche siempre estaba puntual en la oficina impecablemente vestido, mientras que nosotros llegábamos haciendo un desfile interminable unos tras otros, con media y una hora de retrazo.
Lo mirábamos y el sonreía con una mueca, estaba aun movido con toda la “resaca” como todos los que estuvimos la noche anterior, pero llegaba primero en hora, tenia un sentido de responsabilidad envidiable.
Viajamos mucho dentro del país y tenemos muchas fotos y recuerdos de nuestros tours especialmente al Cusco e Iquitos.
Como la vida no solo es pura diversión en los inicios del ochenta nuestra vida cotidiana en la oficina comenzó a cambiar, llegaron la etapa de los cambios con la llegada de la informática: computadoras, sistemas de reservaciones automáticas y empezar a dejar los viejos cuadernos y tarjetas que utilizábamos. Además Faucett ya estaba en camino a conseguir los permisos para inaugurar sus vuelos a la ciudad de Miami.
Como en toda renovación el cambio era inevitable y hubo un choque si se quiere llamarlo generacional, que iba con el progreso sostenido en la que se había propuesto la empresa. Entonces se  contrató a un nuevo Jefe de Reservaciones o de la División de Reservaciones, se trataba de un ejecutivo que trabajaba en la antigua aerolínea Americana Braniff llamado Vladimir Artieda.
Los cambios comenzaron a darse y entramos a una nueva etapa que de alguna manera comenzó a cambiar nuestras vidas. Aumentaron las responsabilidades y las “juergas” y “parrandas” de antes ya no eran las mismas.



Reservaciones - aeropuerto en los 90's
Luego de unos años Vladimir decidió dejar Faucett para irse a una nueva empresa refundando una Academia de Turismo de nombre Columbia y dedicarse exclusivamente a esta. Pero antes había estado preparando a Segundo teniéndolo como una suerte de asistente, recibiendo la instrucción necesaria y suficiente para continuar con este cambio al que la compañía había ingresado manteniéndose a la vanguardia que la modernidad exigía.
Ya en esos años Segundito un ex participante de la A.F.S. (American Field Service) había hecho su quinto año de secundaria (High School) en los EEUU y tenia un inglés excelente, motivo por el cual también paralelamente a sus funciones en CF se desempeñaba como profesor del Instituto Peruano Británico.  
Era la década del ochenta en la que Faucett ingresa al mundo de la modernidad en las comunicaciones interlineales, dejando atrás los teletipos y los mensajes escritos, las tarjetas y cuadernos donde se apuntaban los nombres de los pasajeros. Se migra a la informática, a los modernos Sistemas de Reservaciones Mundiales escogiendo el sistema denominado Gabriel. Aquí juega Segundo un papel preponderante pues es el gestor y director de todo este programa, una gran responsabilidad para un jovencito que anualmente tenia una cantidad increíble de viajes al exterior para recibir capacitación de los “up grade” del sistema que usábamos. Con los años CF-Reservas dejo Gabriel y paso por otros sistemas como Zabre, Amadeus, para finalmente tener su propio sistema creado por la Gerencia de Informática, pero, básicamente dirigido y alimentado por la información proporcionada por Segundo, dada su extraordinaria experiencia en este tema. En aquel entonces la Gerencia comercial tuvo la suerte de contar con estos mandos técnicos que jugaron un papel muy importante en el fortalecimiento de las ventas y la comercialización de Reservas y Pasajes. Segundo León, el muchacho maravilla, fue uno de esos artífices de los éxitos de la Gerencia Comercial, como también lo fueron en otras áreas de la misma Gerencia, Gabriela Negron, Giuliana Espejo, Yolanda Guzmán, por citar algunos nombres entre otros.

En mi casa, NJ, junto a Osquitar 2006

Como la mayoría de nuestra “Promo” Segundito también se casó en los ochenta con Gladisita Andonayre, con quien tiene dos hijos; actualmente se mantiene en el sector aerocomercial como ejecutivo.
Fue una agradable experiencia haber compartido tantos años de amistad y trabajo con un compañero como él y haber aprendido mucho a su lado; ahora a pesar de la distancia y con el tiempo que nos permite nuestras ocupaciones, tratamos de mantenernos en contacto. En febrero del 2006 pude verlo nuevamente después de más de un lustro en su visita que hizo con su familia al Estado de Nueva Jersey, fue una grata sorpresa y un placer abrazar al entrañable amigo de siempre.

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